Al hablar de dislexia, también hay que mencionar otras dificultades del aprendizaje muy asociadas a ella, padeciéndose conjuntamente en muchos casos y de las que tampoco se tiene suficiente comprensión de su significado y lo que conllevan. Hablamos en este artículo de la Disgrafia. Si su hijo tiene problemas para expresarse por escrito o le han diagnosticado disgrafia, aquí podrá aprender más acerca de esta condición.
Las dificultades con la escritura son comunes entre los niños y pueden provenir de una variedad de dificultades de aprendizaje y de atención y de igual forma, no hay cura o una solución fácil para la disgrafía, pero hay estrategias y terapias que pueden ayudar a que un niño mejore su escritura. Esto puede ayudarle a progresar en la escuela y en cualquier otro lugar donde tenga que expresarse por sí mismo a través de la escritura.
¿Qué es disgrafía?
La disgrafía es una condición que causa dificultad con la expresión escrita. El término viene de las palabras griegas dys (“impedido”) y grafía (“hacer forma de letras a mano”). La disgrafía es un problema cerebral y no es el resultado de que un niño sea perezoso.
Para muchos niños con disgrafía el simple hecho de sostener un lápiz y organizar las letras en una línea es muy difícil. La escritura a mano de estos niños tiende a ser desordenada. Muchos batallan con el deletreo, la ortografía y para poner sus ideas en un papel. Estas y otras tareas de escritura, como poner las ideas en un lenguaje organizado, almacenarlas en la memoria y luego utilizarlas, podrían agregarse a la batalla de la expresión escrita.
Los profesionales podrían usar diferentes términos para describir las dificultades con la expresión escrita, no usando el término disgrafía, pero sí frases como “impedimento en la expresión escrita” bajo la categoría de “trastorno específico del aprendizaje”. Este es el término utilizado por la mayoría de los médicos y psicólogos.
Algunos psicólogos escolares y maestros utilizan el término disgrafía como una manera corta para hablar de los “trastornos de las expresiones escritas”.
Cualquiera que sea la definición utilizada es importante entender que la escritura lenta o desordenada no es necesariamente un signo de que su hijo no esté haciendo lo mejor que él puede. La escritura requiere un conjunto complejo de habilidades motoras finas y del procesamiento del lenguaje. Para los niños con disgrafía, el proceso de escribir es más complicado y más lento. Sin ayuda, un niño con disgrafía podría tener dificultades en todas las actividades de la escuela.
¿Cuáles son las causas de la disgrafía?
La disgrafía se detecta cuando el niño escribe más lento de lo habitual, cuando su escritura no tiene un tamaño uniforme, cuando deja separaciones innecesarias dentro de una misma palabra, cuando no puede seguir el renglón de escritura o incluso cuando comete errores ortográficos. Una vez detectado este problema, hay que buscar las causas de la disgrafía.
– Causas neurológicas. Sin necesidad de que se trate de un problema neuronal grave, en ocasiones la disgrafía se produce como consecuencia de una deficiencia neuronal que le impide organizar correctamente la información que tiene guardada y por eso no puede plasmarla por escrito.
– Causas psicomotrices. No todos los niños desarrollan las habilidades psicomotrices con la misma precisión. Cuando hay alguna alteración en este desarrollo, algunos niños no pueden coordinar bien los movimientos del brazo y de la mano y eso hace que escriban más lentos y que tengan problemas de aprendizaje por la frustración que les produce ir más despacio.
– Ambidextros. Un caso especial de disgrafía se presenta en aquellos niños ambidextros o en niños zurdos a los que se les ha enseñado a escribir con la mano derecha. La orden que se gesta en el cerebro y la ejecución motora de la misma no coinciden y eso puede producir una gran confusión a la hora de un acto como escribir que debería ser casi instintivo.
También se cree que pudiera haber un enlace genético cuando la disgrafía se repite en las familias.
¿Cuáles son los síntomas de la disgrafía?
Los síntomas de la disgrafía caen en seis categorías: visual espacial, motora fina, procesamiento del lenguaje, deletreo/escritura a mano, gramática y organización del lenguaje. Un niño podría tener disgrafía si sus habilidades para escribir se retrasan comparado con los compañeros de clase y, además, presenta por lo menos algunos de los siguientes síntomas:
Dificultades visoespaciales
- Tiene problemas con la discriminación de las formas y el espacio entre letras
- Tiene problemas para organizar las palabras en la página, de izquierda a derecha
- Escribe las letras que van en todas las direcciones, y las letras y palabras que van juntas en la página
- Tiene problemas para escribir sobre una línea y dentro de los márgenes
- Tiene problemas para leer mapas, dibujar o reproducir formas
- Copia los textos lentamente
Dificultades motoras finas
- Tiene problemas para sostener un lápiz correctamente, hacer trazos, cortar la comida, atarse los cordones de los zapatos, armar rompecabezas, escribir mensajes de texto y usar un teclado de computadora
- Es incapaz de utilizar las tijeras bien o colorear dentro de las líneas
- Cuando escribe, mantiene su muñeca, brazo, cuerpo o el papel en posiciones raras y extrañas
Dificultades del procesamiento del lenguaje
- Tiene problemas para poner las ideas en papel
- Tiene problemas para entender las reglas de los juegos
- Tiene problemas para seguir direcciones
- Se pierde en la idea de lo que estaba diciendo
Dificultades para el deletreo/dificultades para la escritura a mano
- Le cuesta trabajo entender las reglas del deletreo y de la ortografía
- Tiene problemas para decir si una palabra está mal escrita
- Puede deletrear correctamente en forma oral, pero comete errores por escrito
- Deletrea las palabras incorrectamente y de diferentes maneras
- Tiene problemas para utilizar un corrector de ortografía y, cuando lo hace, no puede reconocer la palabra correcta.
- Mezcla letras mayúsculas y minúsculas
- Mezcla cursivas y letra de imprenta
- Tiene problemas para leer su propia escritura
- Evita escribir
- Se cansa o le dan calambres cuando escribe
- Borra mucho
Problemas de gramática y de usos de palabras
- No sabe cómo usar la puntuación
- Usa demasiado las comas y mezcla los tiempos de verbo
- No comienza las oraciones con una letra mayúscula
- No escribe oraciones completas, pero sí escribe en forma de lista
- Escribe oraciones muy largas
Organización del lenguaje escrito
- Tiene problemas para contar una historia y podría comenzar en el medio
- Deja afuera los hechos importantes y detalles o da demasiada información
- Asume que otros saben de lo que está hablando
- Usa descripciones vagas
- Escribe oraciones confusas
- Nunca llega al punto importante de una historia o enfatiza el mismo punto repetidas veces
- Cuando habla es más capaz de poner las ideas organizadas
Los síntomas de la disgrafía varían dependiendo de la edad del niño. Los signos, por lo general, aparecen cuando los niños están aprendiendo a escribir.
Educación infantil: podrían dudar al escribir y dibujar, y decir que ellos odian colorear.
Educación Primaria:, podrían tener una escritura a mano ilegible, que a su vez, podría estar mezclada en el uso de letra cursiva e imprenta. Ellos podrían tener problemas para escribir sobre la línea y podrían hacer letras que son disparejas en medida y en altura. Algunos niños también podrían necesitar decir las palabras en voz alta cuando escriben o tener problemas para poner sus pensamientos en papel.
Educación Secundaria: podrían escribir en oraciones simples. Su escritura podría tener errores gramaticales en mayor cantidad que otros niños de su misma edad.
¿Qué habilidades están afectadas por la disgrafía?
El impacto de la disgrafía en el desarrollo de un niño varía, dependiendo de los síntomas y de su severidad. Estas son algunas áreas comunes con problemáticas para los niños con disgrafía:
Académica: Los chicos con disgrafía pueden retrasarse en el trabajo escolar porque les toma mucho tiempo escribir. Tomar notas es un desafío. Podrían sentirse desalentados y evitar escribir las tareas.
Habilidades básicas de la vida: Las habilidades motoras finas de algunos niños son limitadas. Se les hacen difíciles las tareas de todos los días, tales como abotonarse una camisa y hacer una lista simple.
Social-emocional: Los niños con disgrafía podrían sentirse frustrados o ansiosos acerca de los retos académicos y de sus vidas. Si ellos no han sido identificados, los maestros podrían criticarlos por ser “perezosos” o “desorganizados.” Esto podría agregar aún más estrés. La autoestima baja, frustración y sus problemas de comunicación pueden hacer aún más difícil socializar con otros niños.
Aunque la disgrafía es una condición para toda la vida, hay muchas estrategias y herramientas ya probadas que pueden ayudar a los niños con disgrafía a mejorar sus habilidades de escritura.
¿Cómo se diagnostica la disgrafía?
Los signos de disgrafía, por lo general, aparecen temprano, sin embargo, los signos podrían no ser evidentes hasta los últimos cursos de primaria o más tarde. Algunas veces, los signos pasan desapercibidos por completo. Como ocurre con las dificultades de aprendizaje (como la dislexia o la discalculia) y de atención (TDAH), cuanto antes se reconozcan los signos de disgrafía y se atiendan, será mejor.
La disgrafía es, por lo general, identificada por los profesores o por los propios padres, y tienen que ser evaluados por los orientadores del centro. Ellos le darán a su hijo una evaluación académica y pruebas escritas. Estas pruebas van a medir las habilidades motoras finas y la producción de expresiones escritas.
Durante la evaluación, el profesional podría pedir a su hijo que escriba unas oraciones y que copie un texto. Ellos medirán, no solamente el producto terminado de su hijo, sino también su proceso de escritura. Esto va a incluir su postura, su posición, cómo toma el lápiz, la fatiga y si hay signos de calambres además de la velocidad de sus habilidades motoras finas, con derivación del dedo y girando la muñeca.
Los maestros de educación especial y los psicólogos escolares pueden ayudar a determinar el impacto emocional o académico que esta condición pudiera estar teniendo en su hijo.
¿Cuáles son las condiciones asociadas con la disgrafía?
Muchos niños con disgrafía tienen también otras dificultades de aprendizaje. Estas condiciones, las cuales también pueden afectar la expresión escrita, incluyen:
Dislexia: dificultad específica del aprendizaje de la lectoescritura. La dislexia también puede hacer que la escritura y el deletreo sean un desafío. Infórmese más sobre este trastorno en nuestra web haciendo clic en el enlace.
Trastornos del lenguaje: Los trastornos del lenguaje pueden causar una variedad de problemas con el lenguaje escrito y el hablado. Los niños podrían tener problemas aprendiendo palabras nuevas, usando correctamente la gramática, y poniendo sus pensamientos en palabras.
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): El TDAH causa problemas con la atención, la impulsividad y la hiperactividad.
Dispraxia: La dispraxia es una condición que causa una coordinación física limitada al igual que las habilidades motoras. Podría causar problemas con las habilidades motoras finas, las cuales afectan las tareas físicas de escribir y usar el teclado. Infórmese acerca de diferencias entre dispraxia y disgrafía.
¿Cómo pueden ayudar los profesionales con la disgrafía?
Si diagnostican a su hijo disgrafía, los orientadores y profesores tanto de apoyo (PT y AL) como los educadores en la escuela deberán desarrollar un Programa de Educación Individualizado. Esto podría incluir la instrucción para escribir a mano, así como también, adaptaciones y modificaciones personalizadas.
Hay muchas maneras de ayudar a un niño con disgrafía. Generalmente, la ayuda cae en las siguientes categorías:
Adaptaciones, cambiando en cómo su hijo aprende. Las adaptaciones incluyen el uso de un teclado u otro dispositivo electrónico en vez de escribir a mano. Las Apps o aplicaciones para ordenadores y/o tablets pueden ayudar a los niños a mantenerse organizados a través de notas grabadas.
Modificaciones en lo que su hijo aprende. Los ejemplos de modificaciones incluyen permitir a un estudiante que escriba ensayos más cortos o que responda a menos preguntas o a diferentes preguntas de exámenes que las que se les da a sus compañeros.
No hay medicación para tratar la disgrafía. Sin embargo, los niños que además tienen TDAH, algunas veces la medicación para el TDAH alivia los síntomas de la disgrafía.
¿Cómo puede ayudar los padres y la familia?
Hay muchas cosas que usted puede hacer en su hogar para ayudar a su hijo con la disgrafía. Estas son algunas estrategias para que usted considere.
Observe y tome notas. Tomar notas acerca de las dificultades para escribir de su hijo (incluyendo cuándo ocurren) va a ayudar a encontrar los patrones y los desencadenantes. Luego, usted puede desarrollar estrategias para trabajar alrededor de ellas. Sus notas serán útiles cuando usted hable con el doctor, los maestros y con cualquier otro profesional que esté ayudando a su hijo.
Enseñe a su hijo ejercicios de pre-calentamiento para prepararse a escribir. Antes de escribir (o incluso cuando se toma un descanso de escribir), su hijo puede hacer algunos ejercicios para aliviar el estrés. Él podría agitar sus manos o refregarlas entre sí con el fin de aliviar la tensión.
Hagan juegos que fortalezcan las habilidades motoras. Jugar con plastilina fortalece los músculos de la mano. Apretar una bola de goma puede mejorar los músculos de las muñecas y las manos, así como también, la coordinación.
Es mejor no tratar muchas estrategias de una sola vez. En vez de esto, pruebe las estrategias de a una, así usted puede saber cuál es la que funciona o la que no funciona. Elogie a su hijo por el esfuerzo y por sus logros. Esto puede motivarle a continuar trabajando para construir y mejorar sus habilidades, disminuyendo sus dificultades para escribir.
¿Qué puede hacer el camino más fácil?
Ya sea que usted esté comenzando a aprender acerca de la disgrafía, o ya conozca del tema, este sitio de Internet puede ayudarle a encontrar apoyo para su hijo.
Conozca las dificultades de su hijo. Si su hijo no ha sido identificado con disgrafía, considere que sea evaluado por la escuela o por un profesional fuera de la escuela. Conocer qué clase de dificultad tiene su hijo es el primer paso para obtener la mejor ayuda para él.
Véalo a través de los ojos de su hijo. Tenga una mejor idea de lo que su hijo está experimentando. Mientras más entienda, mejor podrá ayudarlo.
Conéctese con otras familias. Recuerde que usted no está solo. Puede visitar nuestra web, blog o redes sociales, donde encontrará a otras familias que están lidiando con las mismas dificultades que usted.
Obtenga consejos de los expertos. Utilice el Entrenamiento para padres para apoyarse en el camino de enfrentar las dificultades emocionales y de conducta de su hijo.
La dificultad con la escritura no necesariamente debe retrasar a su hijo. Explore y experimente con diferentes herramientas y estrategias. Eventualmente, usted encontrará las maneras de ayudar a su hijo a tener éxito.